Las artes marciales, como el Kárate o el Judo, se centran en el crecimiento individual y no tanto en la competencia por equipos. Aumentan la autoestima y refuerzan el respeto hacia el compañero y los valores deportivos.

Cada alumno avanza a su propio ritmo, logrando grados de habilidad que se traducen en cinturones de diversos colores, por lo cual la competición entre iguales está asegurada.

Los participantes van aprendiendo técnicas gradualmente, lo que aporta un desarrollo basado en estructuras fijas que ayudan a ganar control sobre sus habilidades físicas.

Son disciplinas deportivas que trabajan día a día con la superación personal y que conducen a adquirir en mayor confianza.

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  • Fortalezas
    • Crecimiento individual
    • Aumento de la autoestima
    • Desarrollo de habilidades
    • Confianza